La escritura es probablemente la destreza que más agotamiento me causa enseñar a mis estudiantes de nivel intermedio. Pero a la misma vez, ¡es una de las cosas que más disfruto hacer! En esta publicación, te hablaré de cinco tips esenciales para ayudar a tus estudiantes a descubrir su escritor interno.

5. Estudien modelos ejemplares.

Seleccionen algunos libros de la biblioteca del salón y obsérvenlos. Discutan las características de su estructura. ¿Cómo empiezan los párrafos? ¿Cuándo el autor comienza un nuevo párrafo? ¿Cuán largo es cada uno? Si es una narración, pídeles que lean uno de los diálogos y discutan cómo lo que dicen los personajes revela su personalidad, sin necesidad de explicar todo en la narración.

4. Apliquen el proceso de escritura sin atajos.

Enseña y usa este proceso, que consiste en organización de ideas, borrador, revisión, edición y copia final, a profundidad y con rigurosidad especial, al principio del año escolar. Una vez tus alumnos lo vean como una rutina, tal vez veas que al pasar el tiempo, podrás comenzar a ser más flexible y permitir que pasen por varios pasos simultáneamente (como por ejemplo, la revisión y edición). Sin embargo, al principio, NO tomen atajos.

3. Sé un ejemplo.

No te limites a demostrar ejemplos escritos por otros. Si pides a tus alumnos que escriban, ¡tú también tienes que escribir! No te asustes; no tienes que estar a la altura de los famosos. En lo mínimo, tus textos deben cumplir con los requisitos que les pides a tus estudiantes. Así que pon en práctica tus propias destrezas de escritura, ya sea escribiendo cuentos cortos, trabajando en un blog, o hasta opinando de algún tema de actualidad en las redes sociales… Escribe, revisa, edita y comparte.

2. Modela el proceso.

Antes de que tus estudiantes estén listos para escribir, debes modelar con entusiasmo justo lo que esperas que tus estudiantes hagan. ¡Sé extra! Usa temas de actualidad, como los artistas que les gustan o sus intereses. Mientras organizas tus ideas, pídeles su insumo. Comete uno que otro error (a propósito–¡les encantará corregirte!). Si los contagias con tu emoción, para el momento en que hayas terminado de modelar el proceso de escritura, ellos van a estar ansiosos por comenzar. Entonces los verás encender su maquinaria creativa y poner manos a la obra.

1. Realiza conferencias o entrevistas individuales.

Te recomiendo que dediques al menos un período a reunirte uno a uno con cada alumno. Sé que esto puede ser muy difícil para muchos maestros con grupos grandes, ¡pero es muy efectivo! Para lograr atender a la mayor cantidad de estudiantes posible, trato de limitar mis conferencias a dos o tres minutos por alumno. Comienzo preguntándoles: «¿Cómo vas? ¿Cómo te puedo ayudar?» No leo su trabajo en su totalidad. En caso de que el estudiante no sepa expresar sus retos de escritura, entonces selecciono rápidamente una porción de su escrito y la leo para hacerle preguntas sobre lo que dice. Si no entiendo algo, le pido que me lo aclare. Al final de la conferencia, dejo al estudiante con una o dos recomendaciones concretas en las que trabajar.

BONO. Por último, cuando puedas, integra el arte y el humor a tus trabajos de escritura. Si quieres que tus alumnos escriban un artículo periodístico, ¿por qué no inventan una noticia loca de un evento fantástico que tenga lugar en la escuela? Si van a escribir un cuento, tal vez pudieran escribir sobre un antihéroe torpe. Si van a escribir poesía, quizás puedan hacer una oda al Playstation o a la Nutella. 

También puedes hacer que acompañen sus trabajos escritos con dibujos, “collages”, carteles, u otras formas de expresión artística. Les dará un merecido descanso del proceso de escritura mientras integran las ideas sobre las cuales están escribiendo.

¿Qué estrategias te han sido efectivas para enseñar escritura? ¿Piensas integrar alguna de estas?

Si deseas recursos listos para usarse y que guían a tus estudiantes por el proceso de escritura, échale un ojo al siguiente bundle de 3 unidades de escritura que he usado en mi propio salón de clases.

¡Hasta la próxima!